Memorias del Silencio es una obra original de Uva de Aragón y está dirigida por Virginia Aponte, narra la historia de dos hermanas que se separaron al cumplir 18 años, Lauri representada por Soraya Siverio, se casa enamorada de Robertico (Unai Amenabar) un hombre con ideales de libertad y toman la decisión de irse a vivir a Estados Unidos. Menchu interpretada por Lucrecia Baldasarre, se queda en Cuba junto a su padre y a su madre, al igual que su hermana se enamora, pero de un hombre revolucionario llamado Lázaro (Carlos Domínguez).
Luego de cuarenta años Lauri recibe la visita de su hermana Menchu. Este reencuentro ayuda a sanar todas las heridas que había dejado aquella separación, mientras transcurre la obra van conversando acerca de las cosas que ocurrieron tanto afuera como adentro de la isla tales como si conocieron la felicidad, o si todos fueron sueños y cuando despiertan deben seguir adelante, tras confesar que fue una equivocación, las decisiones que tomaron pero que al menos vivieron y reconociendo que en ninguno de los dos casos fue fácil.
Es una obra con alto contenido emocional, replantea un análisis desde la razón, la sinrazón y los sentimientos. Los personajes logran conectar sus sentimientos con todo el público, además el contenido de las situaciones que viven estas hermanas se asemeja mucho a la situación por la que atraviesa el país, por esto muchos se pueden identificar, entre ellas: la separación de la familia por buscar un mejor futuro, el dolor que sienten los que se quedan y como existen muchas semejanzas en cuanto a las restricciones que allí eran impuestas también lo han hecho en nuestro país. Al finalizar la obra, logramos compartir un poco con los actores, profesores y la autora del libro Uva Aragon, un mar de lágrimas, reflexiones y vivencias inundó el Teatro.
Virginia Aponte logró la conexión necesaria para llevar “Memorias del Silencio” al teatro de forma impecable, sin duda es una mujer que se siente representada con la historia y siente la necesidad de transmitirla a los demás. Desde el Teatro UCAB y la agrupación profesional AGO teatro, con la participación de ex alumnos de la Universidad Católica Andrés Bello, prosigue suscitando y proponiendo urgentes reflexiones sobre temas trascendentales para la comunidad como la necesidad del encuentro y reconciliación. Ninguna otra artista adelanta tal proeza y el país se dará cuenta de tan valiosa acción cultural cuando sus artífices se marchen a otros destinos.
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